En realidad no pensaba hacer ninguna pizza esta vez, sino sólo un untable de anacardos del libro de Joanne Stepaniak que ya he alabado varias veces en este blog. Pero al ver la textura que resultaba, me pareció muy parecida a la del queso fundido...así que he tenido que experimentar.
Hay que decir, en honor a la verdad, que tampoco este "queso" corresponde a la receta original del libro de Stepaniak. Y eso porque, simplemente, lo leí deprisa y mal. Donde ponía crema de anacardos crudos yo leí anacardos solamente...así que esto ha sido una completa serendipia...como todos esos inventos (el microondas, por ejemplo) que surgieron por casualidad. Así que doy la receta de acuerdo a mi equivocación. La pizza, por su parte, ha sido totalmente improvisada y con los ingredientes que tenía a mano.
INGREDIENTES
Para el "mozzarella vegano":
Tres cucharadas bien llenas de anacardos crudos
Un poco menos de 250ml (=taza) de agua
Una cucharada de levadura nutricional
Media cucharadita de sal
Una cucharada de harina de maíz o de arroz para usar como espesante (yo la he usado de arroz)
Para la pizza:
Una taza y media de harina, mitad blanca y mitad integral
Media taza de agua
Dos cucharadas de aceite de oliva virgen
Media cucharadita de azúcar
Una cucharadita de sal
Una cebolla roja en aros muy finos
Una cebolleta con su parte verde igualmente en aros
Media taza escasa de agua
Un cuarto de pimiento rojo cortado a daditos muy pequeños
Cinco o seis aceitunas verdes al gusto, pueden ser también negras, cortaditas
Cinco cucharadas de salsa de tomate napolitana, u otra al gusto
Seis o siete tomatitos cereza
La mitad de la cantidad preparada de la mozzarella vegana
Sal, pimienta y aceite de oliva virgen adicional
Orégano
PREPARACIÓN
Para hacer la mozzarella vegana, ponemos en una procesadora del tipo que tengamos todos los ingredientes; si no es muy grande podemos poner poca agua y añadir el resto fuera de la máquina. Tenemos que triturar hasta que quede lo más homogéneo y fino posible.
Una vez conseguido esto, traspasamos el contenido de la trituradora a un cazo, y lo ponemos a fuego medio-alto. Lo llevamos a ebullición sin parar ni un momento de dar vueltas con una cuchara de madera. Una vez hierva se espesará notablemente; entonces bajaremos el fuego y removeremos durante un minuto. Retiramos del fuego y dejamos enfriar completamente, incluso en la nevera, si lo vamos a usar como untable. Si es para la pizza, se puede utilizar inmediatamente.
Preparamos la pizza uniendo todos los ingredientes hasta que se forme una masa manejable, que seguimos amasando durante un rato para luego dejarla reposar hasta que doble su tamaño.
Mientras tanto hacemos la cobertura de la pizza. En una sartén sofreímos la cebolla, cebolleta, pimiento y aceitunas; yo en realidad lo he dejado cocinar en la media taza escasa de agua indicada en los ingredientes, pero si queréis lo podéis hacer con aceite. Cuando la cebolla esté blandita se añade la salsa y los condimentos y se sigue haciendo para que se confite un poco.
Sacamos la masa del recipiente donde haya estado levando y la extendemos en el molde o placa que vayamos a utilizar en el horno, engrasado o forrado según nuestra costumbre o conveniencia. Procuramos dejar los bordes gorditos, a no ser que nos gusten finos. Extendemos la cobertura uniformemente, distribuimos con una cuchara montoncitos de nuestra mozzarella vegana y repartimos los tomatitos cherry por encima, cortados por la mitad y con la parte cortada hacia arriba. Espolvoreamos con orégano, si es fresco cortadito, luego con sal y finalmente regamos con el aceite de oliva adicional.
Ahora procederemos al segundo levado, lo podéis hacer fuera o dentro del horno; yo lo hago dentro, a una temperatura de unos 80 grados, y tarda una hora en estar a punto. Entonces subo la temperatura a media-alta, unos 200 grados, y dejo la pizza hasta que esté lista , en mi horno, con calor abajo y arriba, normalmente son unos veinte minutos.
Para comprobar que está hecha, además de guiarme por el color doradito, toco los bordes para ver si ya no están blandos y si no se deshacen rascándolos un poco, e intento levantar con una espátula la pizza; si se dobla por el centro no está hecha, si más menos está rígida si lo está.
Os dejos las fotos más importantes del proceso...no me diréis que el untable de anacardos no parece mozzarella fundida.
Primero una foto de la pizza:
El mozzarella vegano recién hecho
Y la pizza ya cortada:
Si queréis, podéis usar todo el queso para esta pizza, así podréis cubrirla toda con él, si es que os gusta así. Las cantidades dan para dos personas, o cuatro si comen poco.