jueves, 30 de mayo de 2013

CESTITAS DE COL CON SOJA

Abiertas por arriba y rellenas de soja texturizada de grano menudo, estas cestitas son la mar de vistosas sobre todo si no se dejan cocinar excesivamente, de manera que queden semicrudas y conserven su color, textura y consistencia.




INGREDIENTES para 2 personas

Cuatro hojas de una col pequeña, para que queden en forma de cuenco y no necesitemos atarlas
Media taza de proteína de soja remojada en media taza de agua durante 5-10 minutos
Caldo vegetal concentrado, yo he usado mis cubitos congelados "al estilo pollo"
Media cebolla picada
Sal
Especias al gusto (yo he usado una mezcla de pimentón, cebolla, ajo, romero, perejil, pimienta negra y tomillo
Una variación de setas y champiñones
Medio pimiento rojo
Aceite de oliva

Mis cubitos de caldo contienen verduras, levadura de cerveza nutricional y Shiro Miso; si se quiere, añadir alguno de estos ingredientes para reforzar su sabor y contrastar lo insípido de la soja.

PREPARACIÓN

En una sartén vertemos una cucharada de aceite i hacemos suavemente la cebolla hasta que esté transparente y algo blanda. Añadimos el caldo (si es en polvo, con algo de agua) y dejamos que se evapore lentamente. Añadimos a continuación la soja texturizada ya escurrida, aunque no excesivamente, y rehogamos un rato, añadiendo entre medias las especias que hayamos elegido así como sal.
Ponemos en una vaporera o olla con cestillo para vapor las hojas de col en forma de cuenco y distribuimos la mezcla. Conviene que queden algo apretaditas, ya que así conservaran su forma más fácilmente.






Hacemos al vapor sin pasarnos de tiempo. Yo utilizo la Wikook, que es una olla de semipresión, y las cocino cinco minutos a partir del momento en que sale vapor por la válvula. Con ollas a presión convencionales creo que será fácil pasarse de tiempo así que yo preferiría la cocción a vapor convencional y sin prisas, ajustando el tiempo a conveniencia.

Mientras se hacen al vapor las cestitas, sofreímos en aceite y con sal los champiñones y el pimiento a trocitos pequeños. Con esto acompañamos el plato, adornando si queremos con un poco de mostaza.

lunes, 27 de mayo de 2013

CUMBRES VEGANAS CON CEREZA

El nombre original de esta receta, otra del libro The Everyday Happy Herbivore, es "Morning Glory Muffins", pero yo les he inventado otro porque no me sonaba bien lo de "Magdalenas Gloria Matutina". Sin embargo, la idea es buena: si acompañamos nuestro desayuno con uno de estos pequeños montículos la mañana nos sabrá a gloria.Yo he hecho algunas variaciones que indicaré, y el resultado ha sido muy bueno. Las cerezas y el chocolate son mi toque personal.




INGREDIENTES para 5 cumbres medianas

-Primer bloque de ingredientes-
3/4 de taza de harina de avena (yo la he hecho moliendo copos de avena, que me han quedado no pulverizados del todo; la textura ha resultado muy acertada)
Media cucharadita de pimienta de Jamaica (en la receta original, "especias para pastel de zanahoria")
Una cucharadita y media de polvos de hornear (original: una cucharadita de polvos de hornear y media de bicarbonato de soda)
Una pizca de sal
Una zanahoria mediana-grande (menos cantidad en la receta original, pero a mí me gusta así, queda más jugoso)
Tres cucharadas de arándanos secos (en el original, dos de pasas)
Un puñadito de avellanas tostadas (original: avellanas crudas)

-Segundo bloque de ingredientes-
Medio bloque de tofu de la marca Mori-Nu (o cualquier otro; unos 125g). En el original se usa menos cantidad.
2 cucharadas de leche vegetal (de avellanas en mi caso)
3/4 partes de un postre 97% fruta o equivalente. Sirve cualquier potito para bebés, o como en mi caso, un "postre de coco y manzana" de Hacendado (en el original: calabaza de la que se vende en conserva para hacer pastel de calabaza; creo que calabaza cocida y en puré sería ideal)
5-6 dátiles naturales, no confitados (en el original, la variedad Medjool)
Una cucharadita de extracto de vainilla
Media taza de azúcar moreno (original: menos cantidad o incluso se sugiere no añadirlo)
Un puñado generoso de gotas de chocolate negro para hacer cookies
Una cereza fresca para cada pastelito
Gotas de chocolate adicionales, cantidad según queramos.

PREPARACIÓN

Primero mezclamos en un bol mediano-grande todo lo del primer bloque de ingredientes; la zanahoria tiene que estar triturada, las avellanas picadas gruesas y los arándanos si queremos también los podemos triturar.
A continuación ponemos en una batidora con recipiente grande los ingredientes del segundo bloque, hasta que esté todo bien combinado.
Vertemos lo líquido en lo sólido y movemos lo mínimo para que se combine, sin batir en absoluto.
Engrasamos con margarina los moldes, si no son de silicona, y los llenamos a un dedo del borde.
Hacemos a horno precalentado a 200 grados durante 18-25 minutos, o hasta que introduciendo una brocheta en el centro de un pastelito salga seca al sacarla.
Dejamos que se templen un poco, mientras fundimos las gotas de chocolate a fuego muy lento y con difusor, o bien al baño maría. Usaremos más cantidad si queremos que el chocolate bañe total o parcialmente los pasteles, y menos si, como yo he hecho, sólo vamos a poner chocolate para sujetar las cerezas.
Bañamos las cumbres e inmediatamente adherimos las cerezas, presionando ligeramente. Esperamos al menos 15 minutos para que el chocolate se solidifique.

sábado, 25 de mayo de 2013

ACTUALIZACIÓN DE MI HUERTO URBANO

Pues al final sí que han crecido mis verduritas en la terraza...Lo veo sobretodo comparando las fotos antiguas con las actuales. No todos los cultivos han prosperado...pero sí la mayoría. Así que ahí va.

Este es un apio que me regalaron en maceta, y que yo sembré en una bolsa de esas resistentes que venden en los supermercados. Así estaba al principio....




Y así ahora:





Incluso, aunque no se aprecia creo en la foto, está ahora acompañado de una tomatera.

Hablando de tomateras...Tengo ahora en la terraza las siguientes variedades:

Tomates cherry amarillos. Aunque en la foto parecen grandes son pequeñísimos, aunque muy dulces.







Tengo también una tomatera más grande de tomate rojo oscuro alargado y pequeño:




Y finalmente en cuanto a tomates, otras tomateras que sembré más tarde y que en las cuales apenas apuntan las flores...Están en un macetón grandísimo, así que si tienen que fructificar en proporción a los primeros, que viven en macetas de medidas moderadas....





Os muestro un ejemplo de ensalada hecha exclusivamente con productos de mi terrazohuerto.



Podéis ver que lleva lechugas varias, tomates amarillos y rojos y ajo tierno. Lo del ajo ha sido un gran descubrimiento: entierras un ajo a poca profundidad y a la semana ya está brotando la parte verde, que está riquísima en ensaladas y sofritos, aparte de que al cabo de un tiempo t ienes un bulbo de ajo fresco que vaya gozada que es desenterrarlo e irte para la cocina con én el la mano. Da igual si por el camino vas ensuciando de tierra las baldosas.

Aquí algunos de los ajos sembrados con flores:




Y algunas fotos de las lechugas:

















Más cosas: zanahorias











Rabanitos:







Un eneldo que transplanté a una garrafa de agua y que sorprendentemente prosperó, ya que no es planta que resista demasiado bien el transplante:







El tomatillo, que ya ha producido muchos frutos pero que todavía no puede cosecharse porque los farolillos no se han abierto. Esta planta es pariente del alquejenje; ambos son una variedad de physallis. Yo de hecho creía que eran alquejenjes pero ahora me he dado cuenta de que son tomatillos. Cuando se abran los "envoltorios" podré prepararme una auténtica "salsa verde" mexicana... La verdad es que yo no tenía ninguna confianza en esta planta que cultivé a partir de semilla...Pero ha prosperado muy bien y resistido alguna tormenta.









Las fresas este año las sembré en un organizador de tela, a la manera de huerto vertical. Ya tuvimos la primera cosecha.





















Bueno, me parece que ya es suficiente...Dejaremos el resto de plantas para una próxima actualización, ya que todavía no han fructificado.
Pido disculpas por si alguna foto no sale bien o se me ha borrado...Ya que desde Blogger móvil esto es bastante complicado.

SOPA DE ORTIGAS

La ortiga, considerada prácticamente una mala hierba, es en realidad una finísima verdura comparable a la espinaca y además mucho más rica en hierro y que se puede comer sin peligro si tomamos unas sencillas precauciones. Primero, que cuando las recojamos y manipulemos lo hagamos con guantes (yo uso unos de jardinero, aunque quizá sea exagerado), y segundo que neutralicemos sus irritantes pelillos con un breve hervido. La ortiga también puede tomarse en zumo o en infusión y tiene un sabor mucho más delicado que las espinacas.




Yo no he podido usar muchas, sólo la cantidad que veis en la foto, porque ni vivo cerca de donde puedan crecer de manera "limpia", ni las cultivo en abundancia. Sólo es que me han aparecido espontáneamente en algunas de las macetas de mi huerto urbano y he decidido no arrancarlas sino aprovecharlas.

INGREDIENTES

Unos manojos de ortigas, unos 200g si podéis; si no menos.
Dos zanahorias
Dos patatas
Sal, pimienta, aceite de oliva

PREPARACIÓN

Lavamos las ortigas (no olvidéis los guantes) y las reservamos con su caldo. Cortamos bastante menuditas las hortalizas. Ponemos en una olla con agua la patata a hervir, y cuando han pasado cinco minutos añadimos la zanahoria. A los tres minutos las ortigas. Lo dejamos hacerse todo durante unos cinco minutos, comprobamos que la patata esté hecha, salpimentamos y servimos, rociando si lo deseamos con aceite de oliva virgen.



ALBONDIGÓN VEGANO DE TEMPEH

Esta es otra receta del libro  The Vegan Slow Cooker, que tanto estoy usando últimamente. Como uno de los ingredientes,el "caldo de verduras estilo pollo" cuya receta ya puse en este blog, pero se puede sustituir como se indican en los ingredientes por cualquier otro caldo.
Queda un pastel de tempeh muy atractivo a la vista y muy rico al paladar, al que le va muy bien el ketchup, por ejemplo. Se hace en la olla de cocción lenta, pero creo que también quedaría muy bien al vapor o al horno. Las hierbas yo las usé frescas porque las tengo en casa, pero se pueden utilizar secas reduciendo la cantidad.




INGREDIENTES

Un bote de tempeh de 250g, de sabor natural.
Una cebolla pequeña
Dos dientes de ajo
Dos tallos delgados de apio
Una zanahoria mediana
Una taza de champiñones laminados
Dos cucharadas de aceite de oliva
Una taza de pan rallado integral
Dos cucharadas de semillas de lino trituradas en molinillo y mezcladas con dos cucharadas de agua tibia
Dos cucharadas de caldo de verduras en polvo, o cuatro cucharadas de caldo concentrado "estilo pollo"
Una cucharada de tomillo fresco
Una cucharada de salvia fresca
Una cucharadita de orégano fresco
Una cucharadita de romero fresco
Media cucharadita de sal

PREPARACIÓN

Una vez sacado el tempeh del bote, lo cual suele costar lo suyo, se escurre y se hace al vapor durante diez minutos para quitarle algo de ese toque amargo que tiene.




Mientras tanto picamos la cebolla, el ajo, el apio, la zanahoria y los champiñones y los sofreímos en aceite. Yo no tenía champiñones y por eso no los veréis en la foto, pero creo que con ellos la receta tiene que quedar mucho mejor.





Sofreímos solamente hasta que la cebolla se ponga transparente. El tempeh, una vez pasado por el vapor, lo trituramos con un tenedor o similar.





Luego lo mezclamos con las verduras y también incorporamos a la mezcla la papilla de lino que teníamos preparada, y que hará las veces de huevo vegano, así como las hierbas y la sal.





Esta mezcla, que debe quedar bien compacta, se presiona en el fondo de la olla de cocción lenta, bajo cuya tapa se ponen unas servilletas limpias para recoger la humedad, y se deja cocinar entre 6 y 8 horas. O bien se hace al horno o al vapor (yo lo haría dentro de papel de aluminio) a la manera tradicional.

Queda muy bueno y se puede congelar perfectamente; salen al menos cuatro raciones que a mí me solucionan la comida en diversos días a lo largo de un mes.

CRÊPES VEGANAS SIN GRASA

Tortitas, crêpes, filloas, pancakes, blinis...Cada pueblo tiene un nombre y una variante para estas finas láminas de masa hechas en sartén y adecuadas para salado y dulce. Mi receta es del libro "Everyday Happy Herbivore", de Lindsay S. Nixon. No lleva grasas ni aceites en los ingredientes, y ni siquiera las he usado para untar la sartén, ya que la mía, con revestimiento "tipo piedra" no la necesita.

INGREDIENTES

Para las tortitas:

Una taza de harina, mitad integral, mitad blanca
Una cucharada de polvos de hornear
Dos cucharadas de azúcar morena (opcional; para crêpes saladas mejor omitirla)
Media taza de leche vegetal, en mi caso de arroz
Media taza de agua
Una pizca de sal
Media cucharadita de canela
Una pizca generosa de jengibre en polvo
Una pizca de clavo en polvo (que yo he sustituido por pimienta de Jamaica, de la cual he añadido más porque no es tan fuerte).
Una zanahoria pequeña rallada fina

Para el relleno (no venía en la receta; es mi aportación):

Un puñadito de arándanos secos
Diez o doce avellanas tostadas
Media cucharada de melaza de caña para cada crêpe

Y también hojitas de menta para adornar.




PREPARACIÓN

En un bol mediano mezclamos las harinas, los polvos de hornear, las especias y una pizca de sal. Añadimos el azúcar si la usamos y también el líquido. Batimos bien y dejamos reposar durante diez minutos.
Al cabo de este tiempo ponemos la sartén a calentar. Si no es totalmente antiadherente necesitaremos añadir alguna grasa o aceite e irla renovando al ir haciendo nuevas tortitas.
Para saber si la sartén ha alcanzado la temperatura adecuada, echamos una gotita de agua fría y si sisea ya podemos empezar.
Incorporamos la zanahoria rallada a la masa y mezclamos bien. Ponemos porciones de masa en la sartén a fuego medio-bajo de manera que quede bastante delgada y que cubra si es posible toda su superficie. Según lo grande que sea nuestra sartén nos saldrán más o menos. La mía es de 20cm y han salido seis, aunque yo no las sé hacer muy finitas.
Al poco de verter la masa veremos que se forman unos agujeritos...





Al cabo de unos dos minutos o algo menos, le damos la vuelta a la tortita para que se haga por el otro lado.


A medida que las vamos haciendo, si queremos las podemos ir dejando en una olla caliente seca o en un horno caliente pero apagado para que no se enfríen.

Luego las rellenamos con lo que prefiramos. Yo he triturado los arándanos y las avellanas en la picadora y con ellos y la melaza he rellenado las crêpes.

domingo, 12 de mayo de 2013

ZUMO DE NARANJA, ZANAHORIA, PIMIENTO ROJO Y BRÓCOLI

Me he propuesto hacer mío en la práctica el lema "un zumo cada día". Zumos naturales, por supuesto. Cuando uno los prueba, difícilmente puede volver a los comerciales.

Los zumos naturales tomados inmediatamente después de haberlos preparado son la mejor manera de aprovechar los nutrientes de sus ingredientes. Por ejemplo, cuando comemos una zanahoria cruda aprovechamos una mínima proporción del betacaroteno, puesto que la mayor parte del mismo queda atrapado en la fibra, que como sabemos no se digiere sino que sólo pasa a través del tracto digestivo. Sin embargo, con una buena licuadora, de las que dejan como residuo un resto muy seco e insípido, aprovechamos la mayor parte del betacaroteno, puesto que el licuado consigue concentrarlo en el zumo. Por eso, si la primera vez que hicísteis un zumo natural pensásteis que el resto sólido tendría algún sabor, pronto comprobásteis que os habíais equivocado. Ese resto es pura fibra...Sería buena seguramente para animar a un intestino vago, pero nada más. Todos los nutrientes se han marchado al líquido.

A ver si me animo a hacer una entrada sobre cada zumo que me prepare...A riesgo de hacerme pesada. Será rápido, pues con el título de la entrada y una foto es suficiente. De todas maneras, será bueno tambien referirse a los beneficios específicos de cada licuado.
Éstos son los ingredientes del que me he preparado hoy...




Y he aquí el resultado.




La pequeña cantidad de brócoli que contiene no alcanza a darle color verde...Sin embargo en el sabor sí que se advierte un leve toque a crucífera como si dijéramos (espero que el brócoli sea una crucífera...al menos es un vegetal fractal, pero me parecía algo pedante decirlo en un blog de cocina).

Sobre las propiedades del zumo.
La naranja aporta vitamina C, potasio, caroteno y luteína. Buena contra los resfriados y para bajar el colesterol.
La zanahoria es rica en beta caroteno, folatos y de nuevo vitamina C. El folato promueve la producción de glóbulos blancos.
El brócoli es también rico en beta caroteno y folatos, vitamina C. Además aporta potasio y hierro.
El pimiento también contiene vitamina C y folatos...Y vitamina A, por supuesto, buena para la vista y el sistema respiratorio y digestivo.

Total, que este zumo es un verdadero chute de vitamina C además de otras cosas...Ya que la vitamina C ayuda a absorber el calcio, sería bueno aprovechar para tomar conjuntamente con este zumo algo de tahini, sésamo, almendra...o cualquiera de nuestras fuentes de calcio diarias.


sábado, 11 de mayo de 2013

PICADILLO VEGANO MULTIUSOS

Otra receta del libro que he presentado en la entrada anterior, The Vegan Slow Cooker Una especie de sucedáneo de la carne picada que podemos usar en lugar de la soja texturizada y al que no necesitaremos añadir más ingredientes. Podemos hacer ragú, un relleno para pizza o empanada, croquetas, hamburguesas y todo lo que se nos ocurra.




La lista de ingredientes incluye salsa de manzana, applesauce, que podemos comprar o hacer nosotros mismos. Es simplemente manzana troceada opcionalmente condimentada con limón, canela y poco azúcar y algo de agua, cocinada hasta que esté blandita y luego batida. Es decir, el puré de manzana de toda la vida. También se puede usar un potito de frutas para bebés que no sea muy dulce.

INGREDIENTES

Una taza y media de arroz integral ya cocinado, o de legumbres de bote (esto último mi adaptación personal, con mitad y mitad de garbanzos y judías queda muy bien)
Una taza de avellanas (o cualquier fruto seco, incluso semillas de girasol)
Una taza de gluten de trigo
Dos cucharadas de levadura nutricional
Una taza de puré de manzana
Dos cucharadas de semilla de lino triturada (en molinillo de café por ejemplo) y diluida en dos cucharadas de agua tibia
Una cucharada de caldo vegetal en polvo,o dos cubitos pequeños del "caldo casero vegano en cubitos al estilo pollo" que tenéis en la entrada inmediatamente anterior a ésta
Hierbas frescas: unas hojitas de salvia, unas ramitas de tomillo y un poco de orégano. Supongo que en la receta original se refieren a la hierba seca.
Una cucharadita de páprika húngara o de pimentón de la Vera dulce ahumado.
Una cucharadita de sal
Pimienta negra al gusto

Con estas cantidades salen dos platos llenos de picadillo, el doble de lo que veis en la foto. Yo de hecho siempre suelo hacer la mitad.
No sale nada salado, así que al hacer cualquier plato lo rectificaremos de sal.

PREPARACIÓN

Se tritura el fruto seco junto con el arroz o legumbre, sin que llegue a convertirse en un puré muy fino.
Se añade todo lo demás y se mezcla bien; luego cocinamos la mezcla. Yo lo hago en la olla de cocción lenta, pero perfectamente puede hacerse en una olla al vapor. No hace falta envolver, simplemente colocar sobre el cestillo y cocinar durante una hora aproximadamente. Después se deshace con los dedos o con una picadora y se utiliza, refrigera o congela según el caso.
Como sugerencia de plato rápido, unos espaguetis con la mezcla previamente rehogada en aceite para que se dore un poco y salsa de tomate, junto con algún otro condimento que deseemos añadir.

CUBITOS DE CALDO VEGANOS AL ESTILO POLLO

Una receta adaptada del libro The Vegan Slow Cooker, de Kathy Hester, que nos permite aprovechar nuestro crockpot u olla de cocción lenta a tope, aunque seamos veganos.

La olla de cocción lenta, un aparato que se hizo muy popular en los países anglosajones hace ya cincuenta años, se basa en el principio de la cocción tradicional de nuestras abuelas. La temperatura a la que cocinan es muy baja, de manera que la mayoría de las veces las comidas necesitan toda una mañana o noche para hacerse. Además, estas ollas suelen tener una cazoleta interior de barro o cerámica, lo que igualmente contribuye a evocar las antiguas ollas en que se cocinaba hace años, y no sólo hace años sino también ahora, sin ir más lejos en Mallorca con las populares greixoneres.

Pues bien, yo compré mi primer slow cooker, que así también se llama en inglés, hará ya unos diez años. Luego he ido teniendo otros de diferentes tamaños, y el que estoy usando más ahora es el que compré en un comercio de productos chinos...Me sorprendió encontrarlo allí, primero pensé que sería uno más de los consabidos cocedores de arroz que tanto abundan en estas tiendas...Pero no, en la caja claramente lo decía en inglés, slow cooker. En el aparato en sí todo está indicado en chino, pero como ya soy algo experta en esto, ningún problema. Tiene como todos una rueda selectora de temperaturas para elegir la baja, la media o la posición auto, que es como un híbrido de las anteriores. El interior, desmontable y lavable, es completamente de barro, parecido al de esas teteras chinas tan valoradas cuyo nombre no recuerdo ahora. Es decir, no es barro esmaltado sino mate y poroso. Es un aparato fantástico, solamente hay que tener cuidado con no romper la cazoleta de barro...Aunque por 25 euros que cuesta todo...La verdad es que son una ganga, y los hay en diferentes tamaños según los requerimientos.

Tradicionalmente estas ollas se han usado principalmente para cocinar carne...Estofados y todo eso. Así que indefectiblemente, cuando una se hace vegetariana, piensa que podrá usar el slow cooker mucho menos. Eso me pasó a mí, que tuve la olla abandonada durante meses. Pero un libro como éste realmente nos lo redescubre. Podemos hacer sopas, salsas, seitán casero, cereales, dulces y hasta pan y pizza. No veáis cómo queda la pizza con la masa directamente hecha sobre el interior de barro...Es como si se hiciera a la piedra.

Ahí va pues este caldo casero en cubitos para utilizar en cualquier preparación. En el libro hay dos recetas, una al estilo pollo y otra al estilo buey. Yo he hecho la primera.

INGREDIENTES

Una cebolla grande cortada en cuartos
Dos zanahorias medianas a rodajas gorditas
Dos ramitas de tomillo fresco, o una cucharadita de tomillo seco.
Dos tallos de apio, cortados a trocitos
Dos ramitas de perejil
Media cucharadita de pimienta negra
Media cucharadita de sal
Media taza de agua
Media taza (50g) de levadura nutricional

Yo he usado todas las hierbas frescas y he puesto algo menos de levadura, puesto que ya se me está acabando y como todavía no he encargado más...He preferido racionarla un poco, ya que es un ingrediente que uso casi cada día por sus propiedades nutritivas y saborizantes.
Con estos ingredientes sale un caldo nada salado, lo cual es una ventaja...Sin nuestras recetas las queremos más saladas, ya añadiremos sal por otro lado...Y si usamos un cubito de caldo para hacernos una sopa...No nos resultará saladísima como ocurre con los cubitos comerciales.

Este caldo se conserva en la nevera una semana, pero yo siempre lo congelo en bandeja de cubitos o similar, ya que es tan fácil descongelarlos que no vale la pena arriesgarnos a que se nos eche a perder o pierda propiedades.

PREPARACIÓN

Ponemos en el interior de barro o cerámica de la olla todos los ingredientes menos la levadura. Conectamos a temperatura baja, tapamos y dejamos que se haga entre ocho y diez horas. La cantidad de agua es poca, pero no se necesita más: no estamos preparando un caldo al uso, sino un verdadero concentrado.
Una vez pasado ese tiempo, que puede ser perfectamente por la noche mientras dormimos, retiramos el tomillo, añadimos la levadura y trituramos todo con la batidora o similar hasta que nos quede lo más fino posible.
Congelamos en porciones pequeñas o medianas. Yo uso moldecitos de silicona para bombones y unos moldes para polos que son un poco maá grandes, pero que no lleno del todo.







Podemos guardar los cubitos de caldo desmoldados dentro de una bolsa en el congelador.



viernes, 10 de mayo de 2013

PASTEL SALADO DE TOFU DE BETH BEE

Cuando puse en este blog la receta del pastel de chocolate de Beth Bee no le dediqué a su pequeño gran libro la atención que merece...Mas nunca es tarde para rectificar.
Beth A.Barnett, o Beth Bee, es la autora de Rabbit Food Cookbook, es decir, Recetario de Comida para Conejos. Una vegana con sentido del humor y un punto de ironía. Antes de 2007 publicó varias microediciones muy caseras, hasta que en ese año consiguió sacar una edición preciosa aunque, eso sí, totalmente artesana y como ella misma dice, serigrafiada por ella en casa, en la sala de estar.Esta es la edición que yo tengo, luego el libro se ha publicado en editorial convencional y se consigue a mejor precio...Aunque el del mío no es exagerado para la joyita que es, tanto en forma como en contenido. Por menos de 30 euros todavía puede conseguirse por Internet, puesto que Beth hizo 1000 ejemplares y todavía quedan.

Unas fotos de la maravilla, que no ocupa más que una mano pero que al estar la tapa hecha de cartón poroso...En la cocina mejor meter el libro,abierto, en una funda transparente tamaño folio.













Bueno, qué horror... Creo que las imágenes quedarán giradas....Y en Blogger móvil no las sé voltear. Disculpas, pues, y queda pendiente editar.

La receta que he hecho es "Tofu Pot Pie", veganización de los pot pie ingleses o americanos, que suelen ser de pollo. Un pot pie es un pastel salado encerrado en una masa y presentado normalmente dentro de la bandeja o plato hondo cerámico donde se ha horneado, aunque se puede desmoldar. Yo no tenía todos los ingredientes y aún así salió riquísimo, o sea que la versión correcta, con la cebolla, la zanahoria y los guisantes, debe estar de muerte. Yo sólo tenía patata y berenjena...así que añadí pimentón para animar la cosa.
Un consejo. Está mucho mejor recalentado en el horno al día siguiente que cortado nada más horneado.

PREPARACIÓN

Primero hacemos la masa con:

2 tazas de harina.Yo usé mitad blanca, mitad integral.
1/2 taza de aceite. Yo lo puse de oliva virgen, y no en tanta cantidad.
1/3 de taza de leche de soja. Yo la puse de almendra en la cantidad que hizo falta para formar la masa
Una pizca de sal.

Como veis, la masa no lleva levadura. Yo la hice en panificadora pero se puede hacer a mano. Mientras se continúa la receta,se deja la masa en reposo tapada.

A continuación preparamos el tofu, unos 200 gramos bastan. Secamos bien el bloque con servilletas de papel repetidamente hasta que estas casi no recojan humedad. Ponemos más servilletas, dos o tres, sobre una tabla de cortar, luego el tofu, más papel, un plato y un peso...tres o cuatro latas de conserva o si no unos vasos llenos de agua.

Seguimos: ahora haremos la salsa, con

2 tazas de agua hirviendo
2 cucharadas de aceite de oliva
1 cucharadita de caldo vegetal en polvo
3 cucharadas de levadura nutricional
Media taza de harina
Media cebolla. Yo no tenía.
Pimienta negra
Condimento para pollo. Yo puse para barbacoa.

Añadimos al agua hervida el caldo y el aceite. Mezclamos harina y levadura y a fuego muy lento vamos añadiendo muy gradualmente a la olla mientras batimos con varillas. Así no se formarán grumos. Al final, añadimos la cebolla picada. Yo la berenjena la añadí previamente rehogada en aceite. Continuamos cocinando hasta que espese y apartamos. Condimentamos con pimentón de la Vera ahumado.

Ahora sazonaremos el tofu, que ya estará algo deshidratado. Lo cortamos en dados y lo rebozamos con una mezcla de

Un cuarto de taza de harina
Una cucharada de levadura nutricional
Una cucharadita de sal
Pimienta
Condimento para pollo.Yo no tenía, pero el pimentón en la salsa lo compensó.

Finalmente, preparamos los vegetales.

Una patata a daditos
Una taza de apio cortado. Yo le puse mucho menos.
Una zanahoria troceada
Media taza de guisantes
Una taza de cebolla picada

Como he dicho, yo no tenía ni zanahoria, ni guisantes ni cebolla... Aquí puse berenjena sofrita previamente. Se sofríe todo en aceite hasta que la patata empiece a ablandarse. A mitad del proceso añadimos el tofu, que se deshará algo pero no del todo.

Ya terminamos...

Extendemos la masa y dividimos en dos partes desiguales. Con la más grande forramos un molde aceitado, incluidas las paredes. Prehorneamos a horno medio alto, cubierta la masa con papel de cocina y legumbres crudas, durante unos 7 minutos.

Mezclamos la salsa con el tofu y vegetales y vertemos en la masa prehorneada sin que rebose.

Con el resto de la masa extendida hacemos la tapa, y cubrimos pellizcando bien los bordes. Como la masa inferior no está hecha del todo, se adherirán. Hacemos algunos agujeros con un tenedor y horneamos hasta que esté dorado..







Muy rico con una buena ensalada... A mí, la verdad, me sobró relleno y lo usé con pasta filo...